En esta impactante fotografía de 1901 vemos una escena fascinante: una clase de medicina en pleno quirófano, rodeada por decenas de estudiantes atentos. En un anfiteatro quirúrgico, los futuros médicos observan de cerca una intervención real, en una época en la que la medicina comenzaba a dejar atrás sus métodos rudimentarios para entrar en la era científica.
Pero ¿cómo se enseñaba la medicina hace más de 120 años? ¿Qué avances marcaron esa época? Y, sobre todo, ¿cómo llegamos desde ahí hasta la medicina de alta tecnología que conocemos hoy? Acompáñanos en este recorrido por la evolución de la medicina a principios del siglo XX.
Una Imagen que Habla del Pasado
La escena muestra lo que hoy llamaríamos un quirófano-escuela. El paciente yace sobre una mesa rodeado de médicos y enfermeras, mientras decenas de estudiantes varones, vestidos con trajes oscuros, observan desde las gradas. Era común en aquel entonces que las clases se realizaran en salas de cirugía, donde los alumnos aprendían directamente del cuerpo humano y del conocimiento práctico de sus profesores.
Lo más llamativo: ni mascarillas, ni guantes, ni sistemas avanzados de iluminación o ventilación. La asepsia comenzaba a ser tomada en serio, pero aún estaba lejos de los estándares actuales.
El Contexto Médico de 1901
A principios del siglo XX, la medicina estaba en plena transformación. Habíamos dejado atrás la teoría de los humores y las sangrías, y se consolidaban ideas fundamentales como los gérmenes, la higiene y la anestesia.
Estos fueron algunos de los avances clave en ese período:
1. Descubrimiento de los Grupos Sanguíneos
En 1901, el médico austríaco Karl Landsteiner identificó los primeros grupos sanguíneos (A, B y O), lo que permitió realizar transfusiones de sangre seguras. Hasta ese momento, muchas transfusiones eran letales porque se desconocía la incompatibilidad entre tipos.
2. Tratamientos Contra la Sífilis
Aunque la penicilina aún no existía, en 1909 se descubrió el compuesto 606 (salvarsán), el primer tratamiento efectivo contra la sífilis. Este avance fue revolucionario, marcando el inicio de la era de la quimioterapia.
3. Uso de Antisépticos
Las ideas de Joseph Lister sobre antisepsia ya habían comenzado a difundirse. En las cirugías se usaban soluciones de ácido fénico y se limpiaban los instrumentos, reduciendo drásticamente las infecciones postoperatorias.
4. Anestesia con Éter y Cloroformo
La anestesia permitía a los cirujanos operar sin que los pacientes sufrieran dolores insoportables. Aunque aún existían riesgos, los procedimientos se volvieron más largos y complejos, abriendo la puerta a nuevas técnicas quirúrgicas.
5. Desarrollo de Vacunas
Louis Pasteur y otros científicos desarrollaron vacunas contra enfermedades como la rabia, la difteria, el tétanos y la tos ferina. Esto permitió prevenir muchas muertes infantiles y mejoró la salud pública en general.
¿Quiénes Eran los Médicos de esa Época?
La mayoría eran hombres, formados en universidades que recién comenzaban a aplicar criterios científicos en su enseñanza. Las mujeres, aunque aún en minoría, empezaban a abrirse paso en el campo médico, desafiando prejuicios sociales y académicos.
Los médicos eran respetados en sus comunidades, pero también enfrentaban grandes desafíos: muchas enfermedades aún no tenían cura, las herramientas de diagnóstico eran limitadas, y los errores eran frecuentes.
El Legado de la Medicina de 1901
Mirar esta imagen es como abrir una ventana al pasado. Aunque hoy nos parezca precaria, la medicina de 1901 fue el puente entre una práctica casi artesanal y la medicina científica actual.
De aquellos quirófanos sin guantes hemos pasado a salas esterilizadas con robots, imágenes 3D, inteligencia artificial y cirugías mínimamente invasivas. Pero la vocación de los médicos, el deseo de aprender y de salvar vidas, sigue intacto.
Conclusión: La Ciencia que Nunca Dejó de Avanzar
Cada avance médico de esa época fue una semilla que germinó en las décadas siguientes. La enseñanza en vivo, las transfusiones seguras, la prevención de infecciones, las primeras vacunas… Todo eso sucedía en salas como la que muestra la imagen.
Hoy, honramos ese legado al reconocer que, sin aquellos médicos y estudiantes que aprendían al pie del paciente, la medicina moderna no existiría.